Al faro

En la costumbre de lo oscuro
un viejo velero anuncia
el humo de las sombras del puro
al ancho mar de tus besos en renuncia.

No se cómo gritar con los ojos
que ven la partida
de aquel bello rostro sonrojo
en el ocaso de la muerte en vida.

Ya no espero, pues la luna
me ha llevado
al faro de la sauna
entre ramos  y en vid bañado…

Es así el génesis de una finita caricia
entre el ayer y hoy: Así fue...


JetSat

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