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Mostrando las entradas de enero, 2019
Amar: un arte infinito… Segunda Parte “La vida es como el jazz… mejor si es improvisada.” George Gershwin (1898-1937) La vida es como el jazz… en paso a paso al amar sin prisa pero en paz de un beso hasta un altar. Dormir en la loca sin beber ni fumar la mancha glaciar del amor de Don Quijote por esa boca… Su casa de la amada con llanos en la tina un terco mulato de lada cobija el carmín en Lina. De arte mejor si es improvisa la ternura de amarte sin fronteras ni visa… Hagamos la escultura de mármol en el vientre hagamos fauces dormida húmedas caricias que desconcentre. El arte infinito  tocando en locura las bóvedas de San Benito con vinos de cura. La vida es como el jazz… Amar hasta la obra maestra mejor si es improvisada …con paz y una fe en alma de vuestra.
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Deseo... Una curva mirada de   deseo un deseo en una curva   mirada : remando en el mar como reo brincando tú grada…
Capítulo X Frente a Deieu  Abandonamos el lago antes de que la aurora nos encuentre alquilando el manto nocturno. Me detienes y me pides cerrar los ojos, acató lo dicho, sentí frío en cuello y me dices:  abre tus ojos lentamente... Era increíble saber que estábamos frente al brasero, no lo podía asimilar y para probar la realidad del hecho tome rumbo a la bóveda por otra botella de tinto, la limpie y en el sello estaba parada una catarina llena de colores pero marcando un zumbido como si la noche no quiera retirarse. Al regresar ante su presencia la misma catarina estaba sobre tu mejilla rosada y en parpadeo tú la deleitabas. Deje la botella al lado del sofá y alcance el rumbo hacia el baño. Me despide de mi ropa puesta y abrí llave para ducharme, cerré mis ojos con miedo a salir de nuevo de este paraíso, con mis dedos tape mis oídos y comencé a sentir y escuchar el agua que caía sobre mi rostro y cabeza, abrí mis ojos y seguía hay sin cambiar de lugar, pensé si aquel lago existía o
Capítulo VI El Edén Al fondo escucho murmullo, no puedo despertarme, entra en mí un escape de desesperación y en un salto imprudentemente   caigo sobre una roca, tan chusco pero me di cuenta que no estaba Deieu . Respiro lentamente, acostumbrado a las ausencias sorpresas la luna sigue proyectando su presencia. Andando sin dirección y ya sin neblina observo al horizonte unos puntos brillantes y paso del caminar un mundo de árboles agrupados están, el viento jugando sobre sus ramas y vaya locura: un lago… No entendía porque había llegado a tan misterioso lugar pues pareciera que ya me estaban esperando hace tiempo. Capitulo VII En misterio Decido quitarme los huaraches y comienzo a sentir la cúspide en mis pies de arenas, temperaturas y sensaciones de terciopelo en un paraíso medieval. Perdido en la cuesta de aquel paisaje que la luna y el lago donado ante natural existencia veo a Deieu llena de silencio a la orilla, respeto su espacio, sigo trotando y al pasar a
Capítulo III El Vaho del aliento  Nos recogemos a la presencia del brasero,  tomamos de la botella un sorgo grande de vino tinto y tomas delantera en el paso hacia el baño. Me quedo de pie esperando que termines de bañarte. La lluvia sigue contando historias gota a gota, hora a hora, tengo algo de frío pero se escucha el rechinido de la puerta anunciando que ha terminado de ducharte. Te me quedas viendo y exclamas: ¿Aparte del vino tienes ungüento para suavizar el rizo relieve de mi espalda?. De prisa voy al segundo piso por dicho ungüento, al regresar estabas tirada boca abajo en la alfombra diciendo: ¡Joder! esto es para hoy... Unto suavemente en la espalda el calor sin ritma alguna, y en la presencia del calor liso la rigidez de la piel. Pasado el tiempo escucho tu respiración profunda confirmando que estabas dormida. Optó por cubrirte con la cobija de barbas y sin preámbulo pongo otra madera en el brasero. Sentado en el sofá quedó dormido al par de horas despierto en un brinco y
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En el lago de Deieu Prefacio Calcular una distancia requiere de instrumentos fríamente matemáticos, tallados en perfeccionismo pero, en un lago serían volúmenes y dimensiones inestables. Arquímedes lo decía: ¨dame una polea y te moveré el mundo...¨ Por lo cual dame un lago y hablaré de la luna y Deieu. Más allá de dimensiones y distancias, de volúmenes y arrogancias, una luna asomándose en la cúspide del convexo reflejo del lago y hay donde nadie puede ver con ojos terrenales, exactamente hay charlaremos con Deieu. Capítulo I Génesis Diosa de la luna un comienzo algorítmico entre historia de griegos hasta romanos, de poder a belleza, y de armaduras hasta lazos de ceda, sin duda alguna naturaleza pura. Pongamos un ábaco en mesa y de pasada una botella de vino blanco, de acomodar el relieve de la almohada en el sofá y más leña al brasero para fulminar la tarde de hoy. El viento susurra a mi oído y comprendo que alguien me mira, llamado reflejo en